Consejos

Nunca discuta con el agente que le sanciona

Compórtese correcta y educadamente. El agente entiende que existe un error en su actuación y cree que debe sancionarle; en función del comportamiento que usted observe le aplicará una valoración mayor o menor según el apartado del artículo aplicado.

No firmar la sanción no tiene ventajas

Cuando firma una sanción usted no reconoce los hechos. Simple y llanamente se da por notificado. No está usted obligado a firmar pero si no lo hace, el agente recurrirá a su compañero para que firme como testigo, y usted se tiene que dar por notificado.

El agente es una persona que realiza su trabajo

Como todo el mundo tiene sus días buenos y malos, y tiene además la presión como trabajador de la Administración y sus naturales obligaciones como representante de la autoridad.

Recoja el correo y todas las notificaciones

Para realizar una mínima defensa debe saber de qué va a hablar, los hechos imputados y los preceptos legales que debe invocar. Si no recoge el correo tenga en cuenta que los órganos sancionadores, como norma , están publicando en los Boletines Oficiales de la Provincia. Como quiera que existe obligación legal de leerlos, usted se tiene que dar por enterado, aunque sea milagroso encontrarse. La poderosa maquinaria de la Administración prosigue -inexorable- acercándose a sus bienes hasta que consiga embargarle algo.

Recurra siempre todas las sanciones

Ejerza y ponga en práctica los derechos que le concede la Ley, no esconda la cabeza como el avestruz, esto traerá más problemas. Los embargos están a la orden del día y, por favor, recurra también los embargos, no dé nada por perdido.

Cuando recurra no atienda a rumores

Todo el mundo le dirá que ha hecho esto y lo otro, que no ha pagado, que no ha entregado el permiso, que no pasa nada, etc.. Léase la Ley, le dice lo que puede hacer. O consulte a un profesional que le informe, tenga en cuenta que recurrir una sanción parece fácil, pero sólo el profesional que recurre miles de sanciones le contará la verdad, porque en este campo la experiencia hace maestros, nunca hay dos multas iguales ni organismos iguales.

No se desanime

Todo puede llevarle a conseguir ganar su sanción, un error, una mala clasificación, unos días de plazo, una forma de comunicación, el Órgano instructor no le da la razón y el superior sí, no se desanime, hay que ser constante.

Agote plazos y recursos

La Administración puede no darle la razón, pero puede admitir una rebaja, puede cometer un fallo en la contestación, usted está inmerso en un juego de tiempo.

No recurra sobre la palabra del agente

Su batalla es con la Administración, no con el funcionario. Tenga en cuenta que la Ley faculta al agente con la presunción de veracidad, lo cual quiere decir que su palabra vale por dos.

Antes de pagar, lea

No se fíe de los plazos que le comunican, las comunicaciones que le hace la Administración son deliberadamente confusas y le inducen a pagar antes de tiempo, incluso a no recurrir sanciones que están en plazo. Lea con todo detenimiento y se encontrará con verdaderas sorpresas.

Nunca diga de este agua no beberé

No se confíe, fallos los tenemos todos, es muy bonito decir : … en veinte años no me han multado nunca, eso puede cambiar mañana. La Administración (siempre necesitada de dinero) ha descubierto la vía de las sanciones como instrumento para su financiación. Ahora -y cada día más- se sanciona por todo; las multas de circulación son sólo una pequeña parte del problema. Usted puede ser multado por coger tomillo en el monte, por dar de comer a las palomas, porque su perro ladra y un largo etcétera, y debe defenderse eficazmente de esta trama.

Vivir entraña riesgos

Porque no somos perfectos, porque ignoramos muchos aspectos de la Ley, cada vez más compleja, porque «el desconocimiento de la Ley no exculpa de su cumplimiento», porque cada día nos movemos más y estamos inmersos en prácticas y legislaciones de otras comunidades e incluso comunitarias, precisa usted del asesoramiento de expertos.